La luz es el elemento más importante de la fotografía pero hay otro elemento que siempre estará presente en las imágenes:
la sombra.
Hay sombras indeseadas, que nos despistan del motivo central de nuestra
fotografía, hay sombras que se generan por culpa de una mala
iluminación o de una iluminación mal planificada. ¿Quieres saber cómo sacar el máximo partido a las
sombras de tus fotografías?
Puedes Usar Sombras Como Parte de la Composición
Las sombras
nos pueden ayudar en la composición de nuestras fotografías pues no se
trata de algo negativo sino de algo que, si se usa bien, también puede
tener su propia fuerza visual, hay principalmente tres maneras
de usar las sombras para mejorar las composiciones de tus fotografías:
- Llenar espacios en blanco. Las sombras en sí mismas rellenan espacio
que, de otra forma, quedaría vacío. Así pues, pueden ser perfectas
para, por ejemplo, conseguir un fondo más interesante o con más
personalidad o expresividad.
Cuando quieras llenar un espacio vacío, ¡proyecta una sombra en él!
- Guiar la mirada del que vea la foto. Las sombras pueden terminar generando líneas o patrones que guíen
la mirada del observador hacia algún punto concreto de la fotografía.
Esto será especialmente evidente en la fotografía urbana o en la de
arquitectura, donde elementos como por ejemplo las barandillas pueden ayudarte a conseguir estos efectos.
- Equilibrar pesos visuales.Las sombras también nos pueden ayudar en este aspecto pues, colocadas
estratégicamente, pueden terminar de equilibrar la composición de una
fotografía.
Puedes Usar Sombras Como Elemento Principal de la Imagen
Las
sombras no son algo que, simplemente, aparece como consecuencia de la
iluminación. También pueden llegar a convertirse en el elemento
principal de nuestra fotografía si somos capaces de encontrar una sombra
interesante y expresiva y además, sabemos sacarle provecho. ¿Quieres
conseguir que una sombra sea la
protagonista indiscutible de tu imagen? Cuatro ideas para conseguirlo:
- Las sombras misteriosas.
Aquellas que no sabes a qué objeto pertenecen. Pueden ayudarte a llamar
la atención de las personas que vean tus fotos pues adivinar qué es lo
que proyecta esa sombra se convertirá en una especie de juego visual.
- Las sombras curiosas.
Aquellas sombras que, por su distribución, su forma o su estructura
puedan parecer curiosas fotográficamente. Seguro que tienes un montón de
estas alrededor, sólo debes aprender a mirar “el lado oscuro” de las
cosas.
- Las sombras abstractas. Y es que si lo que buscas es hacer fotografía abstracta ,
las sombras pueden ayudarte un montón. Sólo necesitarás saber
colocarlas y encuadrarlas de manera que te sirvan para tus propósitos. Es decir, que no se entienda
lo que es el sujeto principal).
- Los contraluces.
Son otro tipo de sombra y de hecho, creo que es el tipo que más se
presta a ser el elemento principal de una fotografía pues las siluetas
suelen dar mucho juego. Si buscas siluetas, deberás cuidar mucho la
iluminación que utilices, en este artículo te damos cuatro posibles esquemas de luces para hacerlo.
Por
supuesto, hay infinidad de opciones para conseguir que una simple
sombra se convierta en el punto más importante de una fotografía. No te
centres sólo en las opciones dadas en este artículo y sal a descubrir
las sombras más fotogénicas.
Puedes Usar Sombras Como Ayuda a la Expresión
Una sombra nos puede ayudar a terminar de darle expresividad a nuestras fotografías, pues
hay sombras que son muy descriptivas. Por ejemplo, una buena sombra bien colocada nos puede aportar mucha
profundidad en nuestra fotografía pues nos ayudará a separar el sujeto principal de nuestra imagen del fondo de la misma.
Las sombras también pueden ser unas muy buenas aliadas para explicar cómo es algo, como podría ser, por ejemplo, el caso de las
texturas,
que cuando se iluminan de manera adecuada, son descritas, precisamente,
por sus sombras. Si no fuera por éstas, no tendríamos manera de conocer
si la superficie de algo que aparezca en nuestra fotografía es liso o
rugoso y muchas veces, esas texturas son, precisamente, las que hacen
que una imagen se convierta en una buena fotografía.
Existe otra
manera de servirnos de las sombras para ayudarnos a la hora de conseguir
imágenes más expresivas y es el hecho de conocer
cómo son las sombras en determinadas circunstancias
para, así, poder simularlas. Por ejemplo, si sabemos cómo son las
sombras en un día nublado (muy difusas), podemos aprovechar ese
conocimiento para aplicarlo en nuestras imágenes.
Puedes Usar Sombras que Son Consecuencia de la Iluminación
Hay
iluminaciones que,
por su naturaleza (su dureza, su
posición respecto el sujeto a iluminar o, simplemente, porque tienen
algún filtro que las modifica antes de llegar a iluminar aquello que nos
interesa) provocan ciertas sombras
más o menos atractivas.
Podríamos
decir que la gracia de ciertas iluminaciones es, precisamente, las
sombras que provocan. Estas sombras, además de ayudarnos a conocer sólo
viendo la fotografía cómo era esa fuente de luz de la que disponíamos,
pueden llegar a convertirse en una parte importante de la composición o,
incluso, a llegar a robarle protagonismo a nuestro sujeto principal. En
nuestras manos está el decidir si nos interesa hacerlo o no, el caso es
que saber reconocer cuándo estas sombras nos pueden aportar un extra a
nuestra fotografía y el saber sacarles el máximo provecho puede sernos
muy útil a la hora de crear según qué imágenes.
La Mejor Manera de Conseguir Sombras…
Evidentemente,
la mejor manera de conseguir sombras es aprendiendo a encontrarlas
mediante la iluminación y según la luz de la que dispongamos, podremos
conseguirlas de una manera o de otra:
- Si dispones de una iluminación natural,
deberás estar muy atento pues, seguramente, tus opciones para conseguir
exactamente la luz que quieras estarán muy limitadas. Antes de tomar la
fotografía, observa bien cómo incide la iluminación que tienes en el sujeto
que vas a fotografiar. Busca sombras cambiando de ángulo de visión o,
si puedes, moviendo el sujeto en tu interés.
- Si, por el contrario, vas a realizar tus fotografías con iluminación artificial,
lo tienes más fácil pues tendrás más libertad de modificar la situación
lumínica para adaptarla completamente a tus necesidades. ¿Quieres
sombras? Huye de los difusores: la luz suave genera sombras, sí, pero pueden llegar a ser tan suaves que no puedas ni apreciarlas. Las luces duras y laterales son las mejores amigas de las sombras, ¡eres tú quien debe decidir si eso es lo que te interesa para tus imágenes o no!